Aquí nuestro objetivo no es otro que ayudar a vuestros hijos e hijas a crecer de manera integral, usando el Método del Escultismo. ¿Y qué es eso? Básicamente, un combo de valores, juegos y experiencias que no solo los mantiene en movimiento, sino que también los hace más fuertes física, mental, social y espiritualmente.
Todo esto bajo la Promesa y Ley Scout, que nos guía para que, en el futuro, sean personas responsables, comprometidas y listos para cualquier desafío.
El Método Scout Es un sistema de autoeducación progresiva que se ajustan a cada etapa de crecimiento.
La Ley Scout refleja, de forma sencilla, el tipo de persona y sociedad que queremos construir. A lo largo de su camino, cada Scout, ya sea niño, joven o adulto, irá descubriendo y haciendo propios estos valores a través de las actividades. La Promesa Scout es un compromiso personal, libre y voluntario, donde cada scout acepta vivir según esos valores, con el apoyo y la exigencia de toda la comunidad.
Partimos de los intereses y sueños de los jóvenes, transformándolos en aventuras, como juegos, campamentos o servicios a la comunidad. Queremos que cada scout sea protagonista de su propia educación, eligiendo actividades y aprendiendo a través de la acción y la reflexión en grupo. Así, descubren e integran valores y aprendizajes en su vida.
Creemos que para crecer como personas necesitamos de los demás, por eso trabajamos en pequeños grupos donde los jóvenes aprenden a colaborar, asumir responsabilidades y compartir experiencias. Queremos formar personas abiertas a convivir con los otros, donde cada uno aporta y recibe según sus capacidades, creando una historia común en la que todos crecen juntos.
Buscamos que cada scout sea protagonista de su propio desarrollo, asumiendo la responsabilidad de crecer. A través de desafíos y metas adaptadas a su edad, se les invita a descubrir su vocación personal. Este camino de superación abarca todas las áreas de su vida, siempre guiado por los valores de la Ley Scout.
Los educadores trabajan en equipo y participan activamente con los jóvenes. Su autoridad se ejerce como un servicio, siendo también parte de su propio proceso de aprendizaje.
El adulto guía al grupo, apoya el crecimiento personal de cada joven y fomenta la toma de decisiones, sin imponer sus propias convicciones, ayudando a dar sentido a las experiencias vividas.
Es el escenario donde los scouts aprenden a respetar y cuidar el entorno, integrándose de manera activa y responsable. En la naturaleza, se les invita a valerse por sí mismos y a ser auténticos, creando un espacio donde ensayan una nueva forma de vivir y transformar su realidad diaria.
Desde los más peques hasta los mayores, nuestras secciones están diseñadas para que crezcan y se diviertan a su ritmo.
Rutas al aire libre, talleres creativos, juegos colaborativos, momentos de reflexión y diversión en equipo.